Energía Solar Térmica

Energía Solar Térmica

La energía solar térmica es una de las aplicaciones prácticas con más futuro dentro del marco urbano para reducir la emisión de gases contaminantes y disminuir la dependencia de los combustibles fósiles. Los materiales, el diseño y la instalación son los costes de un sistema solar, ya que no requiere ningún combustible para su funcionamiento y los costes de mantenimiento son muy bajos, a diferencia de los sistemas convencionales de calentamiento.
El funcionamiento básico de todos los sistemas solares térmicos es simple: se capta la radiación solar y el calor se transfiere a un fluido portador de calor (agua o aire). Una instalación de energía solar térmica concentra el calor del sol acumulado en unos paneles denominados colectores y la transmite de un sitio a otro sin la utilización de electricidad, a diferencia de las placas fotovoltaicas.
Un tema a tener en cuenta es que en el momento que en el que más energía necesitamos, en invierno, es cuando menos horas de luz y menores temperaturas alcanzamos por eso siempre deben tener un apoyo externo.

Trabajo con

  • Agua caliente
  • Climatización de piscinas
  • Calefacción

Beneficios del sistema

  • Es renovable. Es decir, no se agota nunca, por mucho que la usemos, al contrario que el petróleo.
  • No contamina durante el proceso de producción de la energía. Es cierto que la fabricación de las placas en sí requiere de energía, pero las placas amortizan ese consumo en un corto periodo de tiempo.
  • No emite CO2 ni otro tipo de gases de efecto invernadero. Consecuentemente, ayuda a frenar el cambio climático. Ésta es la principal ventaja por la que gobiernos de todo el mundo la están fomentando.
  • Independencia energética. A diferencia de los combustibles fósiles, que dependen de un petróleo producido en unos pocos países en el mundo, algunos de ellos políticamente inestables o conflictivos, las energías renovables son totalmente autóctonas. Y prácticamente todos los países del mundo disponen en abundancia de alguna de ellas. Los países en vías de desarrollo suelen tener energía solar en abundancia; los países más norteños encuentran las ventajas en la eólica, la geotermia y la biomasa.
  • Descentralización energética. Ayuda a acceder al suministro eléctrico a gente que ahora no tiene acceso a él, especialmente en países en vías de desarrollo. Esto también supone una ventaja en los países del primer mundo, al disminuir el poder que tienen las grandes empresas de energía.